SALSA (Salud, Alimentación y Sociabilidad) tiene el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que viven en situación de soledad no deseada.
Durante cuatro meses, desde finales de febrero hasta finales de este mes de junio, una cincuentena de vecinos de Sant Joan de Vilatorrada, personas de entre 40 y 90 años previamente seleccionados por el CAP y los servicios sociales del Ayuntamiento, almuerzan juntos de martes a viernes, en restaurantes de esta localidad del Bages (las primeras cuatro semanas en el restaurante Tot anirà bé, y actualmente en Ca la Petita). Los participantes han aceptado formar parte de esta primera prueba piloto donde asisten a una comida diaria en compañía de otras personas.
Elena Roura Carvajal, Directora Científica de la Fundación Alícia y del Proyecto SALSA, explica que la iniciativa surgió después de darse cuenta de que “tanto la evidencia científica como otros estudios y proyectos de Alícia concluyen que las personas en situación de soledad no deseada tienen más riesgo de padecer malnutrición, dado que su alimentación es menos variada y más monótona. A partir de aquí, se planteó la hipótesis de que las personas en situación de soledad no deseada aseguran un equilibrio nutricional y la mejora de su estado compartiendo comidas diarias saludables con otras personas. Además, cabe indicar otros beneficios emocionales y mentales resultantes del acompañamiento, de compartir una mesa con otras personas y de las relaciones sociales que se derivan”.
Comidas compartidas en Sant Joan de Vilatorrada
Los menús han sido diseñados por los expertos de Alícia conjuntamente con los restauradores, asegurando que sean nutritivos, saludables, buenos y sostenibles. Se han establecido menús semanales adaptados y equilibrados a partir de la oferta de los propios establecimientos, teniendo en cuenta las necesidades específicas de salud de los usuarios. Se diseñan dos menús completos por semana que incluyen dos opciones de primeros y segundos platos. Así, los participantes pueden elegir según sus preferencias y necesidades específicas de salud.
Un proyecto pionero y diferente con la restauración como herramienta
El Proyecto SALSA es uno de los 10 proyectos seleccionados en la primera Llamada de Atención Integrada del Hub de Innovación Social y Sanitaria (HiSS), una iniciativa del Consorcio Sanitario de Terrassa y de la Fundación Joan Costa y Roma dentro de la Estrategia de Atención Integrada de los Departamentos de Salud y Derechos Sociales que cuenta con la colaboración de la futura Agencia de Atención Integrada Social y Sanitaria de Cataluña.
El proyecto conjuga restauración y socialización sin estigmatizar ni señalar condiciones individuales de ningún participante, ya que la soledad no deseada no entiende de edades ni condiciones económicas ni sociales.
Una iniciativa con múltiples beneficios y la voluntad de recuperar la función social de los espacios tradicionales de restauración de proximidad
Desde Alícia y el CAP Sant Joan de Vilatorrada se responde así a la necesidad de intervenciones concretas, efectivas y sostenibles con la voluntad de reforzar los establecimientos de restauración como ejes de socialización, relaciones humanas y creación de vínculos. Establecimientos inclusivos, típicos de nuestra cultura y estructura comunitaria donde comer un menú diario saludable, adaptado a los gustos y necesidades de cada uno y a precios razonables. Lugares de encuentro donde cada vecino se siente conocido, bienvenido y atendido.
Evaluación y respuesta positiva por parte de los participantes
Los resultados de la prueba piloto del Proyecto SALSA se determinarán a partir del análisis del impacto en indicadores como la soledad no deseada, la adherencia a la dieta mediterránea, las escalas de depresión, ansiedad, apoyo social, el estado nutricional y los costos sanitarios (visitas al CAP, consumo de medicamentos, etc.).
Anna Ruiz Comellas, médica de familia del CAP Sant Joan de Vilatorrada e investigadora de la Unidad de Investigación e Innovación del ICS en la Catalunya Central y del Proyecto SALSA, se muestra muy ilusionada con el proyecto por “el impacto tan espectacular que está teniendo en los participantes. Mis pacientes me dicen que están muy contentos y agradecidos porque han conocido a mucha gente, se sienten cuidados y más animados. Salir de casa y encontrarse con amigos les va muy bien. Me preguntan qué pasará en julio cuando termine el estudio y si podrán volver a venir. El proyecto ha tenido muy buena acogida y ha corrido mucho la voz en el pueblo. Casi cada día tenemos solicitudes de personas que quieren participar, directamente por parte de la persona interesada o también por parte de sus familiares; que creen que la propuesta mejorará la salud de su madre o padre”.
El CAP Sant Joan de Vilatorrada apuesta por la prescripción social y quisiera incorporar los menús al restaurante como una actividad saludable, tal como hace invitando a sus usuarios a participar en caminatas y otras actividades comunitarias.
Hacia una red de apoyo comunitario
El Proyecto SALSA es una prueba piloto con aspiraciones de gran alcance. Después de Sant Joan de Vilatorrada, está previsto hacer una segunda prueba en un municipio de ámbito rural del Pirineo para probar la aplicabilidad del proyecto en otros contextos locales. Esta iniciativa busca crear una red de apoyo comunitario a escala regional, con el objetivo de ser replicada en otros municipios con el apoyo de los ayuntamientos locales.
Soledad no deseada
Según los datos del Barómetro de la soledad no deseada en España 2024, una de cada cinco personas (20,0%) padece soledad no deseada en España. La mitad de la población ha experimentado soledad no deseada alguna vez, y el 36,6% de los que no se sienten solos, se han sentido solos en algún momento de la vida. La soledad es más común entre mujeres que entre hombres y es más prevalente entre los jóvenes y las personas mayores de 75 años. Aunque no hay diferencias en prevalencia entre entorno rural y urbano, en el medio rural la juventud experimenta niveles muy elevados de soledad, mientras que en el medio urbano sucede lo inverso, las personas mayores padecen más soledad.
La gran mayoría de la sociedad (>91%) considera la soledad un problema social importante, y la ve como invisible. También considera que la lucha contra la soledad debe ser una cuestión prioritaria para las administraciones públicas, así como una responsabilidad compartida por el conjunto de la sociedad. Esta percepción ha aumentado desde el último barómetro del 2022, donde también se indicaba que a 2 de cada 3 personas les gustaría poder realizar acciones para combatir la soledad de las personas en su entorno.